En la adolescencia todos los sentimientos son vividos de forma muy intensa, los mejores amigos nacen de el día para la noche, las pasiones son siempre arrebatadoras y el final de ellas es como se fuera el final del mundo. También en esta fase es común pensar que el mundo todo esta errado y que sólo ellos tienen razón, los padres se vuelven en enemigos y cualquiera persona en la calle parece los entender mejor que ellos.
Además, las emociones en la adolescencia suelen oscilar mucho, o sea, el humor no es una cosa estable en esta época de la vida, o encontramos los adolescentes muy alegres y eufóricos (generalmente cuando están con sus amigos), o entonces los encontramos muy tristes y aburridos (generalmente cuando están en casa con su familia).
Está claro que toda esta instabilidad tiene una explicación, es que en este período ocurren muchos cambios en el cuerpo y en la mente de los chicos. Estos cambios generan esta confusión y explosión de sentimientos y emociones intensas, que no son fáciles de convivir, no sólo para quien siente sino también para quien está cerca de uno adolescente.
Sin embargo, a pesar de todos estos sentimientos intensos y confusos, es también en esta época que vivimos las mejores historias y que tenemos los mejores recuerdos de la vida, porque en ninguna otra fase le la vida somos capaces de nos dedicar con tanta intensidad a una amistad o a un amor. En otras palabras, mismo que involuntariamente, la vida adulta nos lleva a tener poco tiempo para los amigos y para la diversión en general, cosas que hacemos mucho en la adolescencia.
En fin, la adolescencia es un período complicado, pero también inolvidable, ya que todas las cosas que ocurren en esta época ayudan a construir nuestra identidad y además, en esta fase hacemos muchas elecciones que irán definir nuestra vida en el futuro.
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